Probandooo, holaaa, 1, 2… probandooo…

Con la fotografía. Con ella empezó todo. Algo que siempre me había gustado de pequeño y que nunca había tenido la oportunidad de explorar. Perfecto entonces. Ahorros de un par de meses. Un pequeño desembolso inicial. Y ahora, a toquetear… Eso pensé. Me llevó al menos un par de semanas dominar ‘por completo’ (entre miles de comillas, la fotografía es algo en lo que nunca se deja de aprender) la cámara. El saber que era la velocidad de obturación, el diafragma, la sensibilidad ISO, el balance de blancos, etc… y sobre todo saber qué tipo de efectos se podían conseguir con una y otra cosa. Con el tiempo van llegando más. Eso seguro. El ojo ya lo tenía a mi modo de ver y, tras ese proceso, la técnica también.

En ese momento, cuando empecé a hacer fotos fue cuando me convertí, irremediablemente en un culo inquieto. Y desde ese día, salvo excepciones, nunca me ha vuelto a sobrar tiempo.

Y voy probando.

Y voy probando.

Hay cosas que hago que me gustan y otras que no. Que rechazo. Porque no se me dan bien o porque, como cuando te dispones a empezar una serie de TV, no te engancha.

En mi habitación ahora mismo tengo malabares varios, desde palos chinos (peter dixit), bastón de baile, diabolo y demás… Cosas que van apareciendo por ahí. Con algunos me he quedado y a otros, sin embargo, paso de ellos.

Ahora mismo estoy con la parte de creación musical con el Fruity Loop Studio y demás, a ver si hay un músico dentro de mí. Me ha dado también por hacer macramé (pulseras, collares y demás) que es algo que por lo que estoy viendo me entretiene y mucho. Por último y en el poco espacio que queda en mi habitación se han plantado como de la nada (gracias Vanesa) un caballete. Las pinturas y los lienzos ya estaban preparados así que solo falta ponerse a ello.

Y,  suponiendo que haya alguien por ahí que acabe leyendo esto, ¿con qué os apetece probar? ¿en qué estais ahora?

Yo ahora mismo estoy escribiendo. Punto.

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