Empatía dospuntocero

La mayoría de nosotros nos hemos criado en un ambiente sin Internet, con un potencial comunicacionalmente hablando inferior al de la era en la que nos encontramos. Internet ha modificado nuestras vidas, ha tornado los procesos de acción en algo rutinario, vacío en forma y maneras a la hora de resolver problemas y dejando en una notoria evidencia el ‘voy a buscarme la vida’.

Recuerdo con cierto cariño y nostalgia aquel placer de quedar con alguien en algún sitio a una hora y ‘jugártela’. Tenemos medidores de casi todo, teléfonos móviles capaces de realizar multitud de funciones antaño utópicas y sin darnos cuenta nos hemos convertido en un email viviente y geoposicionado.

Se han esfumado los juicios a posteriori, el análisis de las situaciones. De hecho, es el propio contexto de los juicios el que ha cambiado. Ahora, nuestras acciones se miden en bytes, y estas, vacías de raciocinio se ejecutan a base de clicks. El sentido común ha pasado a un segundo plano dejando el protagonismo a etiquetas, hashtags, categorías y tablas que lo miden todo. Y se me perdone la expresión, pero esto es algo que me jode sobremanera, dudo en lo más hondo de mi corazón que todo sea cuantificable. Dudo que pueda pertenecer a un grupo porque un ‘template’, muy al uso de un exámen de autoescuela, lo diga.

Conocemos gente en base a nuestro ‘yo virtual’ a menudo modificado por cánones preestablecidos. ¿Cuán fiable es la información que recibimos a diario? Cuan, digamos… ¿humana?

La búsqueda de trabajo, algo esencial en todas y cada una de nuestras vidas puede verse beneficiada o mermada, según el caso, por nuestra personalidad 2.0. ‘En realidad, no me conocen…’ pienso a veces con la vana esperanza de que algo cambie. Y no sucede. ¿Dónde quedo el cara a cara? Siempre he pensado que una de las lagunas de Internet es que el 90 % de la información no lleva tras de sí una mirada, un tono de voz, no se… un contexto.

La información sigue a rajatabla lo que a menudo nos enseñaban en la escuela acerca de las tres ces. Clara, concisa y concreta. Deberían existir los datos EXIF de las ideas, de lo humano, al igual que sucede con los jpg’s.

Y bajo esa premisa actuamos, etiquetamos, nos dejamos mover. Hablaba ayer en petit comité acerca de la falta de empatía a la hora de juzgar a alguien por un delito. Veo que, conforme pasa el tiempo, hay una serie de casos que dictan el porvenir de otros futuros, sentando precedente. En mi opinión es injusto que se mida a una persona por el rasero de otra. ¿La solución es institucionalizar a la gente encerrándola no se, equis años en prisión? ¿Sólo porque un patrón que establecimos en su momento lo diga así?. Veo que no somos más que un punto en un cuadrante del hundir la flota. Se miden nuestras características y cualidades y hacemos que, lo que hace a este mundo especial como es la diversidad carezca de sentido y se difumine como un dato más en un mar de gráficas, tablas y baremos.

Ya no contamos chistes, nos unimos a grupos en Facebook. No quedamos en cadena, creamos un evento. Se ha perdido el ‘Yo te aviso a tí y tú avisas a otro…’ Y no digo que esto sea malo, no se me malinterprete. Me parece beneficioso en todos los sentidos siempre y cuando no olvidemos que somos más que golpes de teclado y ratón.


Entendiendo por empatía la capacidad de ponerse en la piel de otro y de ver las cosas desde su espectro necesitaría, en esta era tablets y PDA’s, poder conectarme por USB al ordenador de aquél en cuestión y ver la situación con su memoria RAM, su velocidad de reloj y su tarjeta gráfica. Y joder, que en la acción de formular una metáfora como la anterior aparezcan siglas como las nombradas es algo que dice muy mucho de lo que estamos perdiendo. Ya no perdemos nuestros sentidos simplemente se nos capa alguna funcionalidad.

Podría divagar más en todo esto pero creo que la idea es clara. Me cae mejor mi yo-humano que mi yo-virtual.

Sin más, Enter… digo hasta luego.

3 comentarios en “Empatía dospuntocero

  1. *muy buen post .. es el eterno debate de una relación amor-odio al internet y las relaciones y las prsonalidades que allí se forman. Estoy de acuerdo con casi todo y a la vez no porque cuando ya te acostumbras a vivir con la red, es difícil imaginarme un mundo sin internet. No pudiera. Pero lo admito, extraño el cara a cara y siempre me pregunto, qué tan cierto eres ? Y si te encuentro, me decepcionarías ? A veces la personalidad 2.0 gana y eso.. Encanta y asusta. Lo admito.

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    • por fin leo algo tuyo, que va más allá, al menos para mi, de lo «cotidiano»(no es la palabra, por eso el entrecomillado, pero acabo de llegar a trabajar…prometo mejorar), éste es el camino, sigue la luz….

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  2. Que pasa brother!! Me ha encantado este artículo, también le veo muy original. Respecto a la comunicación interpersonal; abarcas un tema que es bastante actual y que esta en pleno crecimiento y desarrollo en el que cada vez más y más gente tiene acceso a él, cabe el dilema en nuestras mentes de cuanto usamos de más el mundo virtual? se que tú le sacas un gran partido!! Viva la empatía del que la tiene y la mima!!

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