Optimismo y geometría

La semana pasada estuve cenando en casa de uno de mis mejores amigos. Él es probablemente una de las pocas personas que tiene conocimiento de mi obsesión por la geometría, por la búsqueda de casualidades trigonométricas y demás chochos mentales a los que me someto.

El caso es que mientras preparábamos una pizza y demás y observando con detenimiento todos los vértices y aristas que componían el mobiliario de su cocina ví, con cierto asombro, una gran casualidad (esto no tiene mucho sentido, porque si no fuese «gran» no sería casualidad, a veces soy un semántico de mierda, lo se) en la forma en que se disponían líneas y sombras. La imagen que acompaña a esta entrada os puede servir para haceros una idea de lo que quiero decir. En ese hueco de la campana extractora que se disponía sobre la vitrocerámica se juntaban, en el punto de unión de la vertical desde la vitrocerámica hasta el «techo» de la campana junto con sus dos catetos, otras tres líneas de sombras perfectas de otros enseres (muebles y tal). Lo verdaderamente «asombroso» de todo esto es que la luz que hacía posible la generación de esas sombras no era más que una bombilla colgada del techo de un cable, sin plafón alguno (se ha mudado hace poco, y le faltan pequeños detalles, no se lo tengais en cuenta, el chaval tiene otros detalles jejeje) enrollado sobre si mismo de una forma completamente aleatoria. Es decir, si movías esa bombilla un milímetro en la dirección que fuera sobre la esfera imaginaria de su órbita toda esta entrada no existiría.

Lo que en realidad quiero decir (que estoy empezando a divagar otra vez…) es que muchas de las grandes cosas que se pueden observar a diario en esta vida no se encuentran, se buscan. Y extrapolemos todo esto a las personas, que es a lo que voy. Todos, sin distinción, nos relacionamos cada día con numerosas personas, desde el panadero, pasando por nuestros compañeros de trabajo hasta llegar a familiares y amigos. Pues bien, hay ciertas personas a las que les es más difícil mostrarse, darse a conocer o simplemente abrir esa serie de pensamientos o inquietudes que todos podemos llegar a tener. También, por supuesto, hay otras a las que no.

Creo que, en el fondo, nadie es buena persona per se. Es algo que se recibe. Necesitas de un observador, empíricamente hablando, para que esto sea una realidad (¿suena el árbol que se cae en el bosque si nadie lo escucha?) para que no se quede en el tintero. Si alguna vez se llegase al punto en que sólo quedase un ser humano en la tierra -vayaustéasaberporqué- ese sería al uso la mejor y la peor persona del mundo. Creo entonces que debemos tratar de buscar lo bueno de las personas y tratar de confiar en ellas. De creer en el karma como concepto no como forma onírica de comeflores. En que el hacer buenas acciones tiene su recompensa. Entre todos nos podemos hacer mejores personas con el mero hecho de buscar unos dentro de los otros y de, en consecuencia, hacernoslo saber. Mejorar es un camino y es tarea de todos. Empecemos por uno mismo, por supuesto, pero no nos quedemos ahí… tratemos de mejorarnos unos a otros. De hacernos saber toda esa serie de bondades y defectos que nos observamos en nuestro papel de testigo para con los demás para que no se olvide lo que no debemos cambiar y, por supuesto, podamos pulir esos detalles que nos molestan o incomodan.

Agradezco eso a la gente que se deja encontrar! Suerte la mía! Hakuna matata!

3 comentarios en “Optimismo y geometría

  1. Te recomiendo la lectura del libro de Milan Kundera La Insoportable Levedad del Ser. En él se relatan ciertas ‘coincidencias’ -un total de siete- que configuran (determinan) un periodo de la existencia de uno de los protagonistas. Es una bonita e hilarante reflexión. Eso (leerlo) o esperar a que llegue a casa, te busque el libro y pueda hacer un extracto.
    Por cierto (y como curiosidad apoyando tu discurso); según las enseñanzas brahmanicas el par de opuestos no existe (bueno y malo). No representa la realidad, sino que es la mente del sujeto que percibe la que hace esa categoría, esa distinción.

    También nosotros agradecemos que te dejes encontrar ¡Munera para presidente!

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